
¿Por qué hay que aprender idiomas en el sector turístico?
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Versión original en inglés publicada el 27 de enero de 2020 en LinkedIn:
https://www.linkedin.com/pulse/why-language-learning-necessary-tourism-sector-s%25C3%25B2nia-figueras/
Cuando se reflexiona sobre un tema relacionado con el sector turístico, es importante convenir en algunos conceptos, para así tener una comprensión mutua. En este caso, si analizamos las definiciones de turismo y turista encontraremos la base para entender la necesidad de saber idiomas en el sector turístico.
Según la Organización Mundial del Turismo (1995), el turismo “incluye las actividades de las personas que viajan y se alojan fuera de su entorno habitual durante no más de un año consecutivo por motivos de ocio, negocios u otros. El entorno habitual de una persona lo constituye una determinada zona alrededor de su lugar de residencia y todos los otros lugares que visita frecuentemente. “; mientras que un visitante “se refiere a cualquier persona que viaja a un lugar diferente de su entorno habitual durante menos de 12 meses consecutivos con el objetivo principal de viajar por otro motivo que el de ejercer una actividad remunerada en el lugar que visita”.
En otras palabras, la actividad turística lleva a una persona fuera de su entorno habitual, por lo que cuando este turista desea comer depende de otras personas para encontrar un restaurante o un supermercado; o de forma similar, cuando el turista necesita indicaciones, depende de otras personas que le indiquen el camino.
Las nuevas tecnologías como sustituto
Podríamos pensar que las nuevas tecnologías pueden sustituir esta dependencia; pero cuando el wifi o una aplicación no funciona, la dependencia vuelve a aparecer y los turistas vuelven a necesitar al habitante para orientarse o recibir recomendaciones; esto es especialmente evidente cuando los turistas y los habitantes no hablan el mismo idioma. Es, en estas situaciones, cuando se activan muchas estrategias.
Una de las herramientas utilizadas para superar esta barrera lingüística es el teléfono inteligente. Se puede utilizar para traducciones, indicaciones, recomendaciones … En casos así es muy útil, ya que se puede utilizar mostrando la pantalla a la otra persona. Pero cuando el wifi o los datos son demasiado lentos o no son fiables, o las aplicaciones no funcionan, la barrera de la comunicación verbal se vuelve a hacer evidente.
Gesticulaciones como alternativa
Cuando esta primera estrategia falla y la necesidad de comunicarse es importante, hay una segunda que tiende a aflorar rápidamente: la gesticulación. Esta estrategia tiende a funcionar cuando todo el mundo usa los mismos gestos. Sin embargo, diferentes culturas utilizan diferentes gesticulaciones, lo que hace entenderse a través de las gesticulaciones más complicado.
No todas las culturas tienen el mismo movimiento de mano o boca para comer o beber … o incluso para decir sí o no. Por ejemplo, no todas las culturas mueven la cabeza de izquierda a derecha para decir no, y arriba y abajo para decir sí. En Chipre, por ejemplo, la cabeza sube para decir no, mientras que se baja para decir sí. En el caso de la India, la cabeza se mueve de un lado a otro para decir estoy escuchando o para decir sí, mientras que, en el caso de Japón, para decir no no se mueve la cabeza, sino que se cruzan los brazos.
Aparte de estas diferencias, incluso cuando se comprenden los gestos y los movimientos, a veces las respuestas no se entienden. La respuesta más simple, y a veces más difícil, de entender es sí (o no). Esto se produce porque, en algunas ocasiones, la respuesta sí se utiliza para responder a la pregunta, mientras que, en otros, se utiliza para estar de acuerdo con la frase. A veces sí significa “Sí, tiene gluten” y otras veces significa “Sí, es cierto que no tiene gluten”. Esto también puede suceder en la propia cultura, pero, cuando ocurre en una lengua que el receptor no comprende, y lo que viene después del sí no lo entiende, no es extraño comprobar que el receptor no comprenda la respuesta.
Significado cultural
En situaciones como ésta, se ve claramente que comprender sólo el significado literal de las palabras no es suficiente para comunicarse, y se evidencia que la comprensión del contexto cultural es imprescindible para la comunicación.
Los rótulos son un buen ejemplo de esta necesidad de entender completamente un idioma.

Por ejemplo, cuando leemos “Abierto las 24 horas”, y a continuación, abajo, “de 23h a 6h”, podemos sonreír, ya que se puede encontrar divertido tener información contradictoria en un mismo rótulo.
También pueden hacer sonreír letreros que digan “Queme el traje” o “Pelee el alce”, excepto cuando se depende de este tipo de rótulos para obtener necesidades elementales, de seguridad o de salud. En casos así, la gracia queda rápidamente sustituida por el pánico y la alarma.

Es en situaciones similares, cuando la experiencia de no tener una lengua común, que la limitación comprensiva se convierte en desagradable y, en el peor de los casos, peligrosa.
Necesidad de aprender idiomas

Todo turista que haya tenido esta experiencia debido a limitaciones lingüísticas, aunque su vivencia turística global haya sido muy satisfactoria, evaluará y comentará de vuelta a su país la experiencia desagradable.
A menudo se cree que el turismo está relacionado sólo con algunos niveles de la pirámide de necesidades de Maslow (Maslow, 1943), pero cada nivel de la pirámide de Maslow está implicado en este sector.
Para los turistas, no sólo es importante sentirse apreciados y bienvenidos, sino también necesitan sentirse en seguridad y tener las necesidades fisiológicas cubiertas.
Es por eso que los hospitales, las comisarías, los hoteles, los restaurantes y otros lugares de la localidad deben proporcionar una comunicación verbal y no verbal que se entienda.
Y también es por este motivo que las universidades, las empresas y los destinos turísticos deben tener en cuenta todos los niveles de la pirámide de necesidades de Maslow a la hora de pensar en lenguas extranjeras y su aprendizaje entre estudiantes y personal.
Qué pasa en el mundo
Para saber qué pasa en todo el mundo con referencia al aprendizaje de idiomas en el sector turístico, la UNWTO Academy hizo una encuesta para saber por qué los centros de educación y formación de la red UNWTO.TedQual ofrecían formación en lenguas extranjeras.
- TEDQUAL es una certificación de calidad para programas de educación y formación, que analiza cinco áreas: el estudiante; el empresario; el currículo y el método pedagógico; el profesorado y la dirección. Para más información, haga clic en este enlace: https://unwto.org/UNWTO-ted-qual

Los resultados de esa encuesta mostraron que la enseñanza de lenguas extranjeras la ofrecía (y) un 78,57% de los centros encuestados, mientras que el resto no la ofrecía (ii) porque era un requisito de entrada tener un cierto nivel de alguna(s) lengua(s) extranjera(s) o (iii) porque el centro era multilingüe e impartía materias en varios idiomas.
Cuando se les preguntó por qué enseñaban idiomas extranjeros, los encuestados indicaron tres motivos principales:
- desarrollo profesional: la formación en lengua extranjera (FLE) capacita a los graduados y, por tanto, los hace ganar competitividad en el entorno global actual
- empleabilidad: la FLE prepara a los graduados para trabajar en todo el mundo, y especialmente en los países que generan turismo
- herramienta de aproximación entre las culturas: la FLE es una herramienta para aproximar las culturas y para abrir la mente de las personas
Para todos los encuestados, los idiomas que enseñan en sus centros están relacionados con la lengua internacional, los mercados actuales y emergentes de su país, sus países vecinos y sus propios idiomas.
Cuando se les preguntó sobre los métodos de enseñanza, los encuestados especificaron los siguientes:
- conferencias interactivas con apoyo de material adicional en línea
- aprendizaje presencial y mejorado con la tecnología
- métodos demostrativos y colaborativos
- juegos de rol
- solución de problemas
- trabajo de proyectos
- trabajo en el laboratorio
- asignaturas o actividades extraescolares en una lengua extranjera
- interacción con estudiantes extranjeros en su lengua
- días en lengua extranjera
- espacios de lenguas extranjeros
- exposición interactiva y auténtica de aprendizaje dentro del ámbito empresarial turístico
- pedagogía ignaciana: contexto, experiencia, reflexión, acción, evaluación
Teniendo en cuenta estos resultados, se puede concluir que, independientemente de los diversos métodos que se utilicen para alcanzar un buen nivel de idiomas, todas las universidades y centros de formación encontraron que era imprescindible saber lenguas extranjeras.
Ahora sería importante saber el por qué.

Porque el turismo importa

Como muestra el gráfico, el turismo no es sólo una herramienta útil para la paz, la seguridad, la protección de la naturaleza y la preservación de la cultura, sino también para el desarrollo, el crecimiento económico y la creación de empleo. Actualmente, representa uno de cada diez puestos de trabajo en el mundo, crea el 10% del PIB mundial y el 7% de las exportaciones mundiales.
Teniendo en cuenta estas cifras y conociendo la realidad del sector turístico, hay que pensar también en estrategias de cara a la profesionalización lingüística de los trabajadores de esta industria.
Estrategias para profesionalizar lingüísticamente el sector
Entre las diversas estrategias que se han utilizado para enseñar un idioma extranjero a taxistas, la policía turística, camareros y otros “embajadores” de primera línea, la principal ha sido crear programas de formación en lenguas extranjeras en las que se hayan involucrado a empresarios, centros educativos y de formación, cámaras de comercio y de turismo, y asociaciones implicadas con la misma finalidad.
En algunos destinos, por ejemplo, las cámaras de comercio o asociaciones ofrecen cursos de lenguas. Estos cursos son para el público en general y, al mismo tiempo, las cámaras / asociaciones ofrecen descuentos muy interesantes a sus miembros. Esto hace que sea una estrategia sostenible y asequible para todo tipo de destinos, y que sea especialmente útil para pequeñas y medianas empresas, las cuales no suelen poder incluir, dentro de su presupuesto. gastos de formación.
Otra estrategia, no habitualmente planificada con este propósito, es la de los programas de voluntariado.
En destinos pequeños, es muy frecuente encontrarse en las plazas de pueblo a la hora de comer o al atardecer. En algunas ocasiones, estas plazas también acogen mercados de artesanía, donde los artesanos vende (y a veces también elaboran) sus productos.
Como a las personas nos gusta intercambiar e interactuar, es habitual que los voluntarios y los habitantes interactúen en estas plazas y, en consecuencia, aprendan el idioma del otro. Este intercambio natural se puede formalizar en cualquier programa de voluntariado para así enseñar a hablar la lengua extranjera a grupos específicos del destino. Esta estrategia puede hacer maravillas en territorios pequeños.
Agradecimientos
Quisiera expresar mi agradecimiento a la red UNWTO.TedQual y, especialmente, a Dr. Evi Soteriou, Higher Hotel Institute of Cyprus; Prof. Sarrasin Bruno, Université du Québec à Montréal (UQAM); Dr. Pedro Moncada, Universidad del Caribe; Dean Prof. Mohammed Shunnaq, Yarmouk University; President Dr. Fanny Vong, Macao Institute for Tourism Studies; Dr. I Gede Darmawijaya; Bali Tourism Institute; Dr. Yessen Kalimbetov, Al-Farabi Kazakh National University; Prof. Dr. Julianna Priskin, Lucerne University of Applied Sciences and Arts; Mrs. Gabriela Maldonado, Pontificia Universidad Católica del Ecuador; Ms. Joan Okeyo, Kenya Utalii College; Chair Prof. Cathy Hsu, The Hong Kong Polytechnic University; Prof. Maria Dolores Alvarez, Boğaziçi University; Dr. Víctor Chalé Góngora, Universidad Anáhuac México; Dr. Jan Bergsma, Breda University of Applied Sciences; y a Ms. Lisa Mc Allister, Excelia Group, La Rochelle.
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UNWTO.TedQual es una certificación de calidad para programas de educación y formación turística. Si desea saber más, visite: https://www.unwto.org/UNWTO-ted-qual