Curso de economía de colores

Hasta ahora la economía se ha organizado y se ha estudiado en base a sectores productivos, cuando las economías de color se organizan entorno a nuevas formas  de producir y generar riqueza. La economía de colores ayuda a formular políticas públicas que nos permitan conectar de forma transversal diferentes sectores de actividad.

Las economías de color también nos permite dar nombre a actividades que ya han sido identificadas pero que aún no gozan de suficiente entidad que justifiquen el desarrollo de una estrategia concreta para abordarlas. La economía negra, por ejemplo, representa todas las actividades que generan beneficios económicos pero son ilegales.

Como destino debemos abordar los retos de hoy con nuevas herramientas que nos permitan obtener una visión diferente de los desafíos a los que nos enfrentamos y diseñar un plan de acción concreto para resolverlos. 

La economía de colores nos ayuda a resolver la presión medioambiental (economía verde), impulsar la creatividad (economía naranja), reconocer la importancia de los mares y océanos (economía azul), preservar la identidad y cultura (economía púrpura), incorporar la tecnología de forma sostenible (economía amarilla), fomentar el consumo responsable (economía roja), regular la actividad económica legal pero oculta al estado (economía gris), eliminar la economía ilegal (economía negra) y recuperar la economía en zonas deprimidas (economía blanca).

A quién va dirigido: A cualquier organización pública que tenga interés en encontrar nuevas soluciones a problemas comunes que no se resuelven con las reglas y normas actuales.

Objetivos del curso: 

• Conocer las nuevas tendencias de la economía.
• Aprender nuevas estrategias para resolver los desafíos de hoy.
• Implementar la economía de colores en el territorio.
• Definir una hoja de ruta para la implementación de la economía de colores.